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TIENDA

La naranja es una de las frutas más populares de nuestros fruteros, un superalimento del que conocemos al dedillo prácticamente todas sus propiedades y beneficios,.

La naranja navelina tiene el fruto grande, ligeramente ovalado con el ombligo algo más oculto. El color es naranja rojizo muy atractivo y la textura y la corteza es más bien gruesa y fácil de pelar. La pulpa tiene adecuado contenido en zumo de sabor muy agradable. La membrana de los gajos es suave y delicada haciéndose muy agradable al paladar.

NARANJAS NAVELINA VALENCIANA CAJA DE 10 KG.

SKU: 0008
25,00 €Precio
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  • Hablemos primero de su origen: La naranja proviene de un árbol llamado naranjo dulce (Citrus sinensis) del género Citrus y pertenece a la familia de las Rutáceas. Las Rutáceas abarcan una amplia familia de más de 1600 especies, la mayoría de las cuales crecen en países tropicales o subtropicales, siendo el género botánico Citrus de los más destacados.

    El naranjo dulce es la variedad más cultivada de todos los cítricos y además la más importante del género Citrus. Detrás de ella la siguen los mandarinos, limoneros, pomelos, limeros y kumquats (también denominada “naranja enana”).

    Su origen se encuentra en Asia, en concreto en el sureste de la China y archipiélago malayo. Su extensión por Oriente fue gracias a la histórica Ruta de la Seda y fueron los árabes los responsables de introducirla en la península, en el siglo X con la especie de Naranjo amargo pero “el momento” de nuestras naranjas (Naranjo dulce) no llegó hasta los siglos XV-XVI,  cuando comenzó a cultivarse en España.

    La temporada de naranjas va de Octubre a Mayo, ya que los naranjos florecen a principios de primavera y maduran desde mediados de otoño hasta prácticamente inicios de verano. Por lo que estos meses son su mejor época por excelencia pero, ¿en qué supermercado o tienda de alimentación no se ven naranjas en sus estanterías durante todo el año? Diríamos que en ninguno o casi en ninguno, ¿verdad? Esto se debe a que son frutos bastante resistentes y son climatéricas, es decir, no maduran una vez recolectadas sino que se recogen ya maduras.  Por lo que si se van a consumir en un corto periodo de tiempo, se pueden dejar a temperatura ambiente en el frutero, pero si se quieren conservar durante semanas es recomendable mantenerlas en el frigorífico para que no “envejezcan”. Es recomendable no almacenarlas apiladas,  sino disponerlas unas al lado de las otras con algo de separación entre ellas para evitar ese “envejecimiento” característico de las frutas climatéricas como los cítricos.

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